Las aguas residuales son una fuente de energía constante y ampliamente disponible. Millones de hogares, pero también el comercio y la industria, vierten diariamente enormes cantidades de energía térmica en el sistema de alcantarillado a través de las aguas residuales. Esta energía puede recuperarse y utilizarse con intercambiadores de calor de aguas residuales. Esto tiene sentido desde el punto de vista económico y ecológico y puede dar un impulso considerable a la protección del clima y a la transición energética.
Los edificios pueden calefaccionarse y refrigerarse con energía procedente de las aguas residuales, ya de forma competitiva y sin subvenciones. El calor de las aguas residuales no emite CO2 y es una gran oportunidad para el cambio energético en el mercado de la calefacción. Hasta el 14 % de la demanda de calor de los edificios en Alemania puede satisfacerse con energía procedente de las aguas residuales. La fuente de aguas residuales ofrece un potencial considerable, especialmente en las zonas urbanas. Porque donde hay mucha gente, también hay muchas aguas residuales con una demanda de energía simultáneamente alta. Por lo tanto, la fuente y la demanda encajan perfectamente aquí.